
Eres la soga que aprieta mi cuello.
Eres la hembra más mala del mundo.
No quiero el velcro del gris de tus senos,
ni quiero ser tu galán ni tu chulo.
Eres la loca que roba en el super donde ordenaba mi oferta de sueños.
No quiero ser el pringao que suplique, ni quiero ser uno más ni uno menos.
Nunca en el bar de tu boca sirvieron las copas
tan llenas de hielo con hiel de reserva, ¡qué amargos tus besos!
Tú y yo queriendo traspasar mi corazón,
la mafia de tu amor me liquidó con balas de desprecio.
Tú y yo sufriendo el sabotaje de tu amor,
pasando en el infierno este calor, pasando este tormento.
Líbreme Dios de caer otra vez en tus brazos.
Líbreme Dios del mal bicho que un tonto capricho volvió una mujer.
Eres quien manda mi fusilamiento
y el pelotón de las frases que matan.
Eres la bruja malvada del cuento
y mi cenizo, mi gafe, mi errata.
Si en tu sostén columpiaba mis ganas de amarte.
Lloré en el canal de tus pechos tu arte de ser tan canalla.
Eres la hembra más mala del mundo.
No quiero el velcro del gris de tus senos,
ni quiero ser tu galán ni tu chulo.
Eres la loca que roba en el super donde ordenaba mi oferta de sueños.
No quiero ser el pringao que suplique, ni quiero ser uno más ni uno menos.
Nunca en el bar de tu boca sirvieron las copas
tan llenas de hielo con hiel de reserva, ¡qué amargos tus besos!
Tú y yo queriendo traspasar mi corazón,
la mafia de tu amor me liquidó con balas de desprecio.
Tú y yo sufriendo el sabotaje de tu amor,
pasando en el infierno este calor, pasando este tormento.
Líbreme Dios de caer otra vez en tus brazos.
Líbreme Dios del mal bicho que un tonto capricho volvió una mujer.
Eres quien manda mi fusilamiento
y el pelotón de las frases que matan.
Eres la bruja malvada del cuento
y mi cenizo, mi gafe, mi errata.
Si en tu sostén columpiaba mis ganas de amarte.
Lloré en el canal de tus pechos tu arte de ser tan canalla.
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